Necesidades como la definición de indicadores, el relacionamiento con grupos de interés y la valoración de impactos advierten sobre las capacidades que debe tener un área de sostenibilidad para facilitar su alto desempeño en las empresas.
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La popularización del término 'sostenibilidad' en el sector privado y su vinculación a los negocios ha impulsado múltiples cambios en las empresas, particularmente en las áreas encargadas de su gestión.
Estos equipos, antes asociados con el control de calidad o la gestión de las obligaciones ambientales y de cumplimiento, han adquirido una mayor relevancia en la consolidación de operaciones responsables en las compañías, integrándose con las áreas de negocio y desempeñando funciones más estratégicas.
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Hoy las empresas esperan que sus áreas de sostenibilidad sean capaces de identificar y gestionar riesgos, evaluar los impactos, involucrar a los grupos de interés y fomentar una cultura de autogestión en los demás equipos. Sin embargo, necesitan contar con unas capacidades y unas condiciones particulares para lograrlo.
1. El (la) 'influencer': es el embajador de la sostenibilidad en la compañía. No solo es capaz de hablar de retos e impactos con la alta gerencia -por su cercanía a los cargos directivos- sino que su convicción por el desarrollo sostenible lo convierte en un generador de cultura en la organización.
Es visionario, estratégico y no teme a llevar la contraria. Le gusta referenciar buenas prácticas de otras empresas y buscar tendencias para proponerle a sus compañeros formas de mejorar los procesos del área y de estar a la vanguardia.
2. El (la) 'negociador/a': es el encargado del relacionamiento con los grupos de interés. El diálogo es su principal herramienta y la utiliza tanto para entregar información relevante y oportuna como para abrir espacios de retroalimentación que aporten al cumplimiento de los objetivos.
Se trata de una persona con la capacidad para negociar intereses y recursos. Sabe entender la realidad de aquellos con quienes se relaciona y propone soluciones para satisfacer las expectativas de todas las partes involucradas.
3. El (la) 'matemático/a': es el experto en indicadores; sabe definirlos, monitorearlos y evaluarlos. Acompaña a las demás áreas en la ejecución de sus procesos para alinearlos con los estándares de sostenibilidad y asegurar la permanencia de la compañía en el tiempo.
Es una persona analítica y atenta al detalle. Si tuviera un apodo dentro de su equipo, sería "el guardián de la rigurosidad", pues su criterio se sustenta en argumentos científicos y no toma ninguna decisión sin antes considerar todas las aristas del cubo.
¿Te identificas con alguno de estos perfiles? ¿Cuál otro crees que podemos incluir?
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