Seis meses después del cierre de sus tiendas en Estados Unidos, la juguetería encuentra en el mercado español y portugués la oportunidad de demostrar que ha tomado consciencia de los riesgos que amenazan su permanencia en el tiempo.
Tiempo estimado de lectura: 3 minutos
Ni sus 70 años de historia ni su posición en el mercado de juguetes fueron suficientes para que Toys 'R' Us evitara la bancarrota.
La juguetería estadounidense se declaró en quiebra en septiembre del 2017 y, desde entonces, empezó a lanzar súper-ofertas en sus productos y a hacer el cierre de sus más de 850 tiendas alrededor del mundo.
También te puede interesar: Salesforce: gestión de clientes con acción por el planeta.
Un año después, y aún con todo el proceso de cierre que vivió la marca, los expertos siguen sorprendidos por su estrepitosa caída, en particular por tratarse de "un minorista que todavía controla una parte importante del mercado de juguetes".
Sin embargo, Toys 'R' Us no desapareció por completo. La filial ibérica de la marca consiguió un inversor que apostara por su resurgimiento y pudo mantener abiertas las 61 tiendas que tiene en esta región.
Los nuevos propietarios lograron conservar el nombre y los trabajos de 1.300 personas. Y ahora quieren hacer las cosas de una forma diferente.
Paulo Sousa, CEO de la empresa, ratifica la intención de la nueva Toys 'R' Us: "Queremos que el cliente entienda que no somos la misma compañía, aunque no hemos cambiado la marca porque creemos que es un gran activo”.
Siguiendo este propósito, la compañía pretende recuperar el terreno perdido adaptándose a las condiciones que forzaron su salida del mercado, como la competencia que representan Amazon y Walmart o la tendencia de los niños de utilizar dispositivos electrónicos en vez de divertirse con sus juguetes.
Una de sus grandes apuestas está enfocada en la línea Babies 'R' Us, con la cual venden cunas, coches y accesorios para bebés. Según Sousa, estos productos les permitirían "desestacionalizar el negocio", teniendo en cuenta que los ingresos por la venta de juguetes solo se disparan en la época navideña.
Con respecto a esta época, la nueva Toys 'R' Us también tiene clara su postura: no quieren tres extraordinarios días de venta en el Black Friday, sino una temporada navideña consistente, permitiéndole a sus clientes interactuar más con los juguetes y tener una experiencia más entretenida en sus tiendas.
Otro 'talón de aquiles' de la juguetería fue el comercio electrónico, por eso la nueva Toys 'R' lo anuncia como una prioridad. Los dueños son conscientes del retraso que tenían en las ventas por internet y que desarrollar una oferta en línea tan llamativa como la de sus tiendas físicas les permitirá recortar distancias con respecto a Amazon y los demás grandes 'retailers'.
Finalmente, la marca tiene en mente explorar nuevos públicos y nuevos formatos con proyectos innovadores, como una academia educativa, donde enseñarán matemáticas y química por medio de metodologías didácticas con juguetes.
Todas estas estrategias responden a una realidad evidente para la compañía: gestionar su sostenibilidad depende de la diversificación que le den al negocio y de la capacidad que tengan de desligar su estabilidad del rendimiento que tengan sus ventas en diciembre.