Tomar decisiones basadas en datos es la consigna que persiguen la mayoría de las organizaciones modernas.
Lejos de ser un capricho o una decisión que se toma por “estar a la vanguardia”, las empresas han entendido que, a medida que tengan información más confiable y disponible, más eficientes serán sus procesos, más resilientes serán sus operaciones y mayor será su capacidad de cumplir con los objetivos estratégicos trazados.
Ante este panorama, es común que las compañías busquen cómo hacer la transformación digital en los procesos de gestión de información, particularmente la información relacionada con los asuntos ambientales, sociales y económicos -ESG, por sus siglas en inglés-.
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Teniendo equipos de tecnología robustos y estrategias de transformación digital en marcha, muchas organizaciones se preguntan: ¿es viable desarrollar soluciones para gestionar la información ESG con los recursos in-house que se tienen?
Un análisis a consciencia nos dirá que no es la opción más efectiva y que las capacidades internas pueden enfocarse en asuntos de mayor valor. Primero que todo, por el costo, que no es un secreto: desarrollar un software implica inversiones considerables en tiempo y en dinero.
Debemos entender que cualquier solución que se nos ocurra va a demandar un entendimiento integral del proceso que queremos mejorar, unos recursos importantes y la disposición para adentrarnos en un ciclo constante de evolución, debido a que los productos tecnológicos nunca están completamente listos.
Estas condiciones hacen que el desarrollo in house sea una apuesta costosa e incluso riesgosa, en caso de que las compañías no tengan la disponibilidad para optimizar de forma permanente.
Otra de las razones es la dificultad para profundizar en procesos especializados, tal como el de la gestión de información ESG. En estos casos, donde se comparte un alto volumen de información, la interacción es tan particular y la responsabilidad se comparte entre múltiples equipos de una organización, es clave contar con una solución hecha a la medida del proceso en cuestión.
Finalmente, el desarrollo interno puede volverse complejo desde la capacidad de actualización que se pueda tener. Como bien sabemos, la tecnología no para de avanzar y, en esencia, crear un software de gestión de información es crear un producto en constante evolución.
De allí la importancia de ver estos desarrollos desde una perspectiva de mediano plazo, entendiendo que las herramientas no estarán listas una vez se pongan en funcionamiento. Si una empresa no asume esta realidad ni quiere hacerse cargo de mantenimientos en infraestructura y código o de inversiones en seguridad y optimización, lo mejor es recurrir a una solución diferente.
El software as a service -SaaS- es una alternativa que se encuentra en la mayoría de las áreas de una compañía y que, cuando hablamos de gestionar indicadores o grandes volúmenes de información, puede entregar un valor mucho mayor del que se imagina.
Contrario a la instalación de software tradicional, este modelo permite que las organizaciones accedan a productos basados en la nube para resolver sus necesidades y solo paguen por el uso que les den a estas herramientas en un periodo determinado.
La popularidad del SaaS está ligada a su funcionamiento en un formato de “alquiler”, en el que las empresas no tienen que ser dueñas de los productos para aprovechar todos sus beneficios. Algunos de los más relevantes se resumen en estos puntos:
En estos beneficios es donde radica el valor de un SaaS: en tener todas las ventajas de un producto tecnológico, liberándose de las inversiones y los desgastes que tiene el proceso. Con este modelo, las empresas pueden recurrir a soluciones que resuelvan sus problemas y que no les cuesten más que un fee periódico por el acceso a su uso.
Por ejemplo, un software como MERO permite la gestión de información ESG en un solo lugar, garantiza tanto su funcionamiento como la seguridad de los datos y se encarga del mantenimiento y las mejoras que vayan siendo necesarias. De esta forma, las organizaciones solo tienen que ocuparse de la implementación del sistema y de sacarle el máximo provecho.
La relación costo/beneficio deja en evidencia cuál es la mejor opción para transformar la gestión de información ESG en las compañías. Si tenías esta duda, no lo pienses más; MERO es la solución especializada que buscas y puedes agendar un demo para conocerla haciendo clic en el siguiente botón.