Trabajar con propósito, hacer compras responsables y usar más la bicicleta son decisiones que se han vuelto muy populares en la última década y que se traducen en más que bienestar para las personas.
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Según el Fondo Mundial para la Naturaleza -WWF, por sus siglas en inglés-, "vivimos en una época donde los impactos humanos sobre el medio ambiente están definiendo la suerte del planeta".
La respuesta a este contexto demanda una contribución conjunta de todos los actores implicados, por eso las políticas públicas, las inversiones privadas y las tendencias en el mundo se están dirigiendo hacia un mismo lado.
El llamado también involucra los esfuerzos individuales; esos aportes que todos podemos hacer desde nuestros comportamientos cotidianos y que, debido a los estilos de vida que predominan en la actualidad, se están volviendo cada vez más recurrentes.
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Quizá la sensibilización de la ONU y otros organismos internacionales está funcionando. O las personas están convenciendo a sus círculos sociales de los beneficios que traen sus nuevas rutinas. Lo cierto es que la sostenibilidad se está contagiando en la sociedad a través de pequeñas acciones con sentido.
Tomemos por ejemplo a las personas que, en vez de salir solas en carro, están compartiendo sus vehículos, utilizando el transporte público o convirtiendo la bicicleta en su medio de transporte favorito. Este último es el caso de 835.000 bogotanos que, según un estudio de 2018 de la Universidad Libre de Colombia, están apostando por la movilidad sostenible.
El impacto de esas cifras, que inciden tanto en el medio ambiente como en la salud y el bolsillo de las personas, hace que levantarse antes en las mañanas para llegar a trabajar o estudiar en un medio alternativo sea cada vez más satisfactorio.
Otra de las tendencias es el trabajo con propósito, una alternativa que implica un cambio de actitud en los seres humanos y que los impulsa a dar lo mejor en sus procesos u oficios, porque es donde más tiempo pasan en el día a día y donde mayor bienestar le pueden generar a la sociedad.
Dándole sentido a sus labores, las personas encuentran la motivación necesaria para apropiarse de su rol, ser propositivos e innovadores y apasionarse por la función que estén desempeñando, pues identifican la contribución que están realizando al logro de unos objetivos.
El compromiso se traslada también al papel de las personas como consumidores, donde tienen el potencial de tomar decisiones responsables en múltiples dimensiones.
Consciente de los retos que implican la desigualdad, el cambio climático, el 'food waste' y otros asuntos prioritarios, la sociedad está respondiendo con iniciativas para mitigar impactos negativos, reducir brechas e implementar un verdadero desarrollo sostenible.
No es casualidad que, en los espacios laborales y las reuniones con amigos, cada vez se hable más de 'slow fashion', economía local o consumo de productos y alimentos certificados. ¿Qué creen ustedes? ¿Somos cada vez más sostenibles?
Para que profundices en el tema: ¿Qué es sostenibilidad?
