Correr una maratón tiene unos prerrequisitos y una preparación tan rigurosa que, haciendo un paralelo con los negocios, podemos compararlo con la gestión que una organización realiza para incorporar la sostenibilidad en su estrategia.
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Las maratones en las que he participado y la experiencia liderando mi empresa me han permitido encontrar un símil entre el corredor que se registra a una maratón y empieza a prepararse para asegurar su buen rendimiento con las compañías que mejoran su desempeño a través de la sostenibilidad.
Para que profundices en el tema: ¿Qué es sostenibilidad?
Así como los atletas nos inscribimos a las competencias con unas motivaciones claras, las empresas adoptan la sostenibilidad como un proceso a largo plazo, que solo se consigue recorriendo cada paso de manera consciente y que puede convertirse en un mecanismo de gestión de riesgos, de innovación, de atracción de talento o de responsabilidad con sus grupos de interés.
Prepararse para la carrera también se compara con la gestión de la sostenibilidad, pues ambos son ejercicios que ayudan, tanto a los corredores como a las compañías, identificar las brechas u oportunidades en las cuales podemos mejorar.
Cuando uno se prepara para una maratón, debe fijarse en aspectos como la técnica, el peso corporal y el estado de salud. Esto implica tener que hacer ajustes en la alimentación, el entrenamiento e incluso en algunos hábitos diarios que deben ser corregidos.
Lo mismo sucede en las compañías, que se encuentran a diario con oportunidades para mejorar su desempeño ambiental, la relación con sus empleados o las prácticas de su cadena de valor. Identificar y gestionar estas brechas es lo que les permite avanzar en un camino donde la meta está renovándose de forma constante.
Para abordar en compañía
Cuando hablamos de la sostenibilidad y el running, hablamos de retos que pueden ser asumidos de forma individual, pero que tienen un impacto mucho mayor si se tratan en equipo.
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Para ambos casos existe la necesidad de contar con unos recursos que faciliten el recorrido. En una maratón es clave tener un reloj que permita controlar los esfuerzos, tanto en el entrenamiento como en la carrera; ropa y tenis cómodos, el tiempo necesario para entrenar cinco o seis veces por semana y los recursos económicos para acceder a la carrera.
A su vez, la gestión de la sostenibilidad en las empresas requiere de unos equipos apasionados, dispuestos a luchar por romper paradigmas y por incorporar las mejores prácticas en los negocios.
La sostenibilidad en cualquier ámbito es un ejercicio de responsabilidad e innovación, en el cual hay que ser riguroso para entender tus alcances y flexible para cambiar lo que no esté funcionando. Esa fórmula puede garantizarles a las compañías su permanencia en el tiempo. Y a los corredores, evitarles lesiones y otros riesgos en su preparación para la competencia.
Finalmente llega el momento de la verdad, de demostrar el trabajo previo que hiciste. Sin importar si el escenario son 42 kilómetros de cemento o una evaluación de tu gestión en sostenibilidad, hay que abordar el reto con confianza, disciplina y no perder de vista el objetivo para el cual te preparaste.
En el camino pueden surgir inconvenientes, pero la convicción por el propósito que estás persiguiendo te va a ayudar a superar cualquier obstáculo. Sabes que no estás solo y que a muchas personas les importa que tu desempeño sea el mejor. ¡Adelante! Que cada paso te acerque a la meta y que cada decisión que tomemos en las empresas nos permita transformar los impactos sobre el entorno en el que operamos.
