Aunque en unos lugares se cambie la idea de las dimensiones por los tipos, la sostenibilidad es esencialmente un concepto que se fundamenta en tres pilares. ¿Cuál es el origen de la triada ambiental, económica y social?
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Se podría decir que el desarrollo sostenible es el tema del milenio.
Gobiernos y empresas de todo el mundo se han puesto a la tarea de revisar sus acciones en las últimas décadas, conscientes de que el crecimiento económico no puede seguir generando deterioro en los ecosistemas ni mayores brechas en la sociedad.
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El origen de este concepto se remonta a finales de los años '80, cuando la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU publicó el Informe Brundtland, documento en el que se proponía un cambio en las políticas de desarrollo económico vinculadas al capitalismo y a la globalización.
Con el objetivo de "satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones", se planteó un modelo de desarrollo que, mediante un uso responsable de los recursos naturales, permitiera garantizar el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas para las personas.
De allí que hablemos de tres dimensiones -o tipos, en algunos contextos- que componen la sostenibilidad: la ambiental, la económica y la social.
En esa triada se resumen los elementos que deben ser considerados en las iniciativas que los estados y las organizaciones lleven a cabo, pensando en reducir los impactos negativos que genera cada proyecto y potenciar el valor que se le entrega al entorno.
Con la creación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS-, la ONU marcó el camino hacia los propósitos de este nuevo modelo económico, en el cual el crecimiento económico debe estar acompañado del respeto por los derechos humanos, la búsqueda de la igualdad y la protección de las demás especies con las que compartimos la vida en el planeta.
Desde entonces, la sostenibilidad ha asumido un papel protagónico en los planes gubernamentales y las estrategias corporativas. Hoy encontramos en ella la respuesta a varios de los retos que comprometen a la humanidad, como el calentamiento global o el manejo de los residuos, y entendemos que se trata de un asunto cotidiano, al cual debemos aportar todos los días.