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Marcas responsables + usuarios conscientes = moda sostenible

07/27/2018
| Daiana Mira

Producción local, reciclaje y reutilización de materiales y ampliación de la vida útil de las prendas son algunas de las soluciones que las marcas están implementando para combatir los efectos de la moda rápida.

slow fashion

Foto: Astrid Stawiarz / Tiempo estimado de lectura: 7 minutos

Conscientes de los impactos negativos que el consumo acelerado de ropa está generando sobre el planeta, las empresas del sector están tomando cartas en el asunto.

Hoy los principales referentes del fenómeno 'fast fashion' presentan la sostenibilidad como uno de sus pilares de marca, tendencia que para muchos críticos y académicos no es más que una estrategia vacía para que las empresas mejoren su imagen y eviten riesgos reputacionales.

Sin embargo, cabe mencionar que esta estrategia ha generado cambios enfocados en la implementación de mejores prácticas y eficiencia en la manufactura de las prendas, el fomento del reciclaje y un control más estricto en toda la cadena de suministro.

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Precisamente, una de las acciones más importantes en términos de sostenibilidad de la industria fast fashion ha sido crear los acuerdos Sustainable Cotton Comuniqué y The Call to Action for a Circular Fashion System, en los cuales están algunas de las principales marcas de moda, como H&M, Inditex, Adidas, Nike y Levi’s.

Estos compromisos buscan que el 100% del algodón que consuman las marcas suscritas provenga de fuentes sostenibles a partir de 2025 y que adapten un sistema de economía circular -recoger, reusar y reciclar- en sus respectivas estrategias de negocio.

El reciclaje se ha convertido en uno de los estandartes de la moda sostenible. Por eso las principales empresas del sector han emprendido proyectos de investigación con institutos y universidades para desarrollar técnicas que permitan reutilizar fibras obtenidas de tejidos usados, redes de pesca y celulosa de madera proveniente de bosques certificados como sostenibles.

Otro de los aspectos que vienen impulsando las prácticas responsables en la industria de la moda es la conciencia de que el liderazgo en sostenibilidad puede convertirse en una ventaja competitiva. La marca Patagonia, por ejemplo, ha ganado una amplia y leal base de clientes a través de su enfoque sostenible, que va desde el desarrollo de sus productos hasta sus campañas y la participación en diversas iniciativas ambientales. 

Esta tendencia hacia la conciencia ha tomado mayor fuerza con el liderazgo impuesto por los consumidores jóvenes, quienes, de acuerdo al Global Corporate Sustainability Report de la firma Nielsen, están interesados en gastar más en soluciones y marcas sostenibles.

'Slow fashion', la apuesta del sector moda para reducir su huella ecológica

La generación millenial ha propiciado un punto de quiebre en la industria de la moda. Son el principal público objetivo de las grandes marcas del mundo y se han convertido en clientes con criterios de comportamiento y compra orientados a la sostenibilidad.

Por esta razón, el "slow fashion", también conocido como moda lenta, ha ido ganando terreno en el sector. El concepto surge como la antítesis del fast fashion y está enfocado en una filosofía de consumo responsable, con una mayor conciencia de los compradores respecto al impacto que tiene la industria de la ropa sobre el medio ambiente y la sociedad.

Cada vez son más los consumidores que se preocupan por conocer el origen de la ropa que adquieren: dónde es fabricada, con qué materiales y por quién. Finalmente, el consumidor se ve inmerso en el proceso completo de elaboración de una prenda, desde que se diseña hasta que se compra.

La filosofía “slow fashion” tiene algunas bases establecidas, entre las cuales se destacan:

* Oposición a la producción supra industrial de moda.

* Preferencia por productos artesanales, de pequeñas empresas y de fabricación local.

* Fomento del reciclaje de prendas a través de la compraventa de ropa de segunda mano o vintage y donando la que no se utilice.

* Elección de prendas fabricadas con materiales reciclados y con buenas prácticas en su cadena de suministro. 

* Fabricación personalizada de prendas, así como reparación y modificación de estas para alargar su vida útil.

* Disminución del consumo de moda, evitando comprar de forma compulsiva y prefiriendo prendas de máxima calidad.

En Colombia, esta filosofía ha empezado a llamar la atención de los consumidores con iniciativas como La Perezossa, una multimarca virtual de proveedores locales con enfoque en sostenibilidad, Visteloqueviste, una vitrina virtual en la que los usuarios ofrecen ropa de segunda mano, y BioVestuario, empresa que se dedica al diseño sostenible y la recuperación de prendas.

Pero independiente de la “velocidad” de la industria, la tendencia elegida por los consumidores y su conciencia al momento de la compra, el gran reto es que la moda seguirá siendo una forma de expresión personal y, si las prendas no son atractivas, no importa cómo haya sido su proceso de fabricación; simplemente no se van a vender.

Por lo anterior, la transformación de la moda hacia un modelo sostenible dependerá de la oferta de productos innovadores con un enfoque de economía circular y de la consciencia de los consumidores para considerar los costos ambientales y sociales en sus decisiones de compra.

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