Los resultados del último reporte sobre la biodiversidad mundial evidencian que la pérdida de especies y ecosistemas es un asunto tan crítico para el planeta como el cambio climático.
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El estado de la biodiversidad en el planeta es alarmante.
Claro, esto no es una novedad. Llevamos años hablando sobre la importancia de conservar los ecosistemas y décadas impulsando un modelo económico que garantice la existencia de recursos para las generaciones futuras. Sin embargo, ahora tenemos un enorme sustento científico para tomar consciencia del asunto.
Se trata del último informe de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos -Ipbes, por sus siglas en inglés- en el cual participaron más de 400 investigadores de todo el planeta para generar el assessment más completo en su tipo desde la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, lanzada en 2005.
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"El reporte evalúa los cambios de las cinco últimas décadas, brindando un panorama completo de la relación entre las vías de desarrollo económico y sus impactos en la naturaleza", explica la organización en un comunicado, donde también se menciona el propósito del informe de incidir en la creación de políticas públicas y privadas.
Precisamente, la Ipbes generó un resumen de 40 páginas de la evaluación para que los tomadores de decisiones en las compañías y gobiernos impulsen acciones que contribuyan a reducir el impacto de los cinco factores que más alteran la naturaleza, según el informe: cambios en el uso del suelo, explotación directa de ecosistemas, cambio climático, contaminación y especies exóticas invasoras.
Además, la institución afiliada a la ONU afirma que los objetivos trazados en las Metas Aichi para la Biodiversidad no son alcanzables, considerando las proyecciones actuales, y que otros acuerdos, como los definidos en la Agenda 2030, solo podrán cumplirse a través de un "cambio transformador para restaurar y conservar la naturaleza".
1. Un millón de especies naturales están en peligro de extinción y más de 500.000 especies terrestres no tienen hábitat suficiente para garantizar su supervivencia en el tiempo, constituyendo así el riesgo de pérdida de biodiversidad "más acelerado de la historia", asegura la Ipbes.
2. Cada año extraemos alrededor de 60 mil millones de toneladas de recursos renovables y no renovables, casi el doble en comparación con 1980. Sumado a esto, hemos aumentado la extracción de madera en un 45% y estamos utilizando más de un tercio de la superficie terrestre -y el 75% del agua dulce- en agricultura o ganadería.
Video: Ipbes
3. El 75% de los ecosistemas terrestres se han alterado por las acciones humanas y, con su degradación, la productividad de la tierra se ha reducido en 23%. Además, hasta US$577 mil millones en cultivos están en riesgo de perderse, debido a la amenaza que enfrentan las abejas y otros polinizadores.
4. Solo queda un 3% de océano virgen en el planeta; es decir, el 97% de los ecosistemas marinos han sido alterados por la contaminación plástica - que se ha multiplicado por diez desde 1980-, el vertimiento de residuos industriales y el riego de fertilizantes y pesticidas, entre otros factores.
5. Desde 1992, las áreas urbanas en el mundo han aumentado en más del doble y la pérdida de ecosistemas costeros -con la protección que estos proveen- tiene a 300 millones de personas en riesgo de sufrir los efectos de inundaciones y huracanes.