En el mundo hay más de 400 sellos o certificaciones con el que las compañías pueden validar acciones o compromisos de sostenibilidad. ¿Cómo elegir los que se desea obtener?
La información exigida: cuando los datos y evidencias solicitadas por la firma asesora para otorgar y renovar el sello de sostenibilidad son variados, minuciosos y detallados, más fácil es hacer trazabilidad a la información corporativa.
La rigurosidad de la evaluación: las metodologías estandarizadas permiten evidenciar las fortalezas, establecer las brechas y áreas de oportunidad para implementar mejoras continuas y asegurar la calidad en el aspecto ambiental que se avala.
La valoración integral: aunque existen muchos sellos de sostenibilidad, la correlación del aspecto evaluado con las dimensiones social, ambiental y económica, aseguran la calidad del sello y su valor para la empresa.
La independencia de quienes realizan la evaluación: una buena compañía calificadora asesora y empodera a las empresas para promover y lograr el mejoramiento de su gestión sostenible.
La alineación del sello con su estrategia: establecer un buen match entre el sello, el cumplimiento de las metas corporativas y la generación de valor para los grupos de interés, son las claves de los sellos de sostenibilidad.