“El empresariado es un socio vital para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las empresas pueden contribuir a través de la actividad principal de su negocio, por lo que pedimos a las empresas de todo el mundo, que evalúen su impacto, establezcan metas ambiciosas y comuniquen de forma transparente sus resultados”.
Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas
En septiembre de 2015, se introdujeron en la agenda global los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS, y se cerró el ciclo de 15 años de los Objetivos de Desarrollo del Mileno – ODM.
La nueva apuesta de la Agenda de Desarrollo Global busca erradicar la pobreza, proteger al planeta y asegurar la prosperidad de todos sus habitantes al recoger las lecciones aprendidas del proceso anterior e incluir los siguientes elementos:
Adicionalmente, los ODS hacen un llamado a la acción del sector empresarial, pidiéndole que, con su conocimiento y recursos, proponga soluciones a los principales retos del planeta en materia de progreso sostenible.
Con los ODM pasamos de tener 1.900 millones de personas viviendo con menos de USD 1,25 diarios a 836 millones; redujimos la tasa de mortalidad infantil de 90 a 43 muertes por 1.000 nacimientos, y logramos aumentar en 66% la asistencia de países desarrollados a países en desarrollo en términos reales. Sin embargo, muchas metas se quedaron cortas y los retos planteados en los ODS son tan o más ambiciosos que los de sus antecesores. La participación del empresariado es determinante en este proceso, y la forma como el sector aborde estos retos va a comprobar, en gran medida, la magnitud de su contribución.
¿Cómo debe el sector privado abordar los ODS?
Es necesario que las empresas incluyan los ODS en sus estrategias de negocio. No se trata solo de conocerlos y entenderlos, es necesario analizarlos a la luz de los riesgos y oportunidades que plantean y diseñar mecanismos para mitigar los primeros, y aprovechar los segundos.
Las empresas deben seleccionar de forma juiciosa y crítica los ODS con los cuales van a contribuir para que su gestión no se disuelva en una serie de iniciativas con poco impacto y logren mantenerse enfocadas en su objetivo final.
Cada compañía tiene el potencial de aportar a uno o varios ODS de manera efectiva, o apuntarles a todos con el riesgo de ser menos efectiva. Identificar aquellos objetivos que realmente se alinean con su negocio, se conectan con su matriz de riesgos y que se pueden convertir en oportunidades de mercado, es el deber ser del empresariado.
El primer paso para hacer una gestión efectiva hacia el cumplimiento de los ODS es priorizarlos. Un ejercicio de selección bien hecho será el pilar para la creación de nuevas oportunidades de mercado, de iniciativas para mitigar riesgos y en últimas, para aumentar el valor de la gestión sostenible de la organización.
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